El ‘paciente’ Guardiola le ganó la partida a Arsène Wenger a pesar de estar en plena convalecencia debido a la hernia discal que le obligó a estar cinco días ingresado en el hospital. El técnico blaugrana recibió el alta en la víspera del partido ante el equipo inglés y dirigió al Barça durante el encuentro de vuelta de los octavos a medios gas, aún con los dolores propios de la hernia y mucho más débil de lo habitual.
El Barça, al fin y al cabo, no lo notó. El equipo solventó la eliminatoria y en el duelo de banquillos, Guardiola también salió ganador. Sorprendentemente, incluso en la sala de prensa subrayó las carencias del Arsenal. “Se pueden quejar del árbitro, pero lo cierto es que no han dado tres pases seguidos”, dijo.
Guardiola continúa el tratamiento trazado por el doctor Enric Cáceres y con la supervisión del doctor Ramon Cugat y el médico del primer equipo, Ricard Pruna. El técnico sigue con la medicación que le han recetado los doctores y aunque ha ido mejorando con el paso de las horas, aún está más débil que de costumbre y todavía necesitará varios días para estar al cien por cien.
Poco a poco, Guardiola recupera su dinámica habitual: ayer dirigió el entrenamiento matinal en la Ciudad Deportiva. Su recuperación avanza a buen ritmo y no necesitará volver a la clínica. El domingo viajará a Sevilla y se sentará en el banquillo del Sánchez Pizjuán. Pese a su hernia discal, el técnico blaugrana no se habrá perdido ningún partido del Barça.
Ante el Arsenal, Guardiola estuvo mucho más activo que en el banquillo de Mestalla y ante el Zaragoza en el Camp Nou. En Valencia, Guardiola evidenció muchos gestos de dolor durante el partido, al punto de que tuvo que ser ingresado a su regreso de Valencia en el Institut Dexeus.
Frente al Zaragoza, después de salir de la clínica sólo para dirigir al Barça durante el partido, intentó no salir demasiado del banquillo y dar las instrucciones a través de Tito Vilanova, aunque la dinámica del partido le obligó a levantarse en varias ocasiones a dar órdenes a sus futbolistas.
Ante el Arsenal se vio un Guardiola más recuperado, aunque no a tope. El técnico se pasó prácticamente los 90 minutos fuera del banquillo, de pie en el área técnica, muy metido en el partido. Con Arsene Wenger mantuvo una tensión permanente durante todo el partido, que llegó a su punto álgido cuando Guardiola recriminó a Jack Wilshere una pérdida de tiempo y el entrenador francés se dirigió a Guardiola para reprocharle su gesto.
Por el momento, y a la espera de cómo evolucione su hernia discal, el quirófano está descartado, aunque al final de temporada, y en función de su estado físico, los médicos podrían aconsejarle operarse para superar de manera definitiva sus problemas lumbares. El tratamiento al que se está sometiendo está dando sus frutos y desde que salió de la clínica, su mejoría es notable.
Todos esperamos que el mister guardiola se mejore y que sigamos ganando partidos...
VISCA BARÇAA
Fuente:Sport.es
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